jueves, octubre 04, 2007

The Clientele – It’s Art Dad (2005)

Atacados por tribus urbanas de celunabos, infectados por enfermedades que se transmiten por el virus del e-mail. Arrojados a un Sahara de información y la sed que crispa en los millones de oasis donde el agua es sucia. Y la banda ancha, cada vez más chancha. Y el consumo es clicki clicki de un ratón que hace de una mano su caparazón. Pero no es Mouse que busca refugio, es Monitor que refleja a quien se esconde.
Lo virtual ilimitado para ser ciego a lo concreto, para fijar un punto de vista por fuera de la autopista: al frente peajes que frenan, y al fondo final del viaje.
Mejor entonces navegar y naufragar pero nunca jamás amarrar. Mejor entonces re-correr espacios sobre Tiempos que no encuentren quietos ni lentos. Porque los quietos y los lentos no coleccionan suficientes episodios y devienen carentes. No acumulan suficiente base para una fortuna que el dinero no puede comprar: La dicha de los recolectores de experiencias, de los veloces adaptados al cambio constante y permanente.
A este juego de la vida le agregaron minutero.

“Afloja con el divague filozoofico” aconsejan con atino sabios personajes que no existen mas que como ideas.
“¡Es arte, papá!” gritan dentro de mi cabeza los Hermanos Macana. Entonces recuerdo que esto se trataba de comentar discos. Aún así prefiero acudir a Hilo, el conductor.
Les dejo un disco para absorber de a poco, de una banda que se digiere de a poco, cuyas canciones nos van entrando de a poco y cuyos climas nos envuelven despacio. Para disfrutarlo requiere de paciencia, socia perfecta de la quietud y amiga de la lentitud.

“Datos Técnicos”: Grabado de forma casera del ´91 al ´96. Primera formación The Clientele. Sonido low-fi (aguas de los 4 canales en los que nadan cual peces). Lanzado por ellos mismos en edición limitada, el disco se conseguía solo en sus conciertos. (Más)

(“Perdón por el gran sinsentido, por querer comprenderlo y sobre todo por no comprender” N.V.)

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